miércoles, 21 de noviembre de 2012

La revisión bibliográfica

Hemos visto que una buena investigación debe considerar varias cualidades, como son la empiricidad, la diferenciación de su forma (cuantitativa o cualitativa), la sistematicidad, la fiabilidad y la validez de la misma. No obstante, aunque estos factores juegan un papel importante dentro de la investigación, cada investigación debe incluir diferentes tipos de niveles para poder considerarse una investigación propiamente dicha, y ser considerada como tal dentro del ámbito de las investigaciones. Estos niveles son tres, el primero es el teórico-conceptual (el cual recoge el planteamiento del problema y abarca el diseño de la investigación), el segundo nivel es el técnico-metodológico (que recoge los datos y métodos) y el tercero y último es el estadístico-analítico (el cual abarca los resultados e interpretación de datos). 


      Ahora bien, dada su complejidad, hemos querido destacar la importancia de la revisión bibliográfica, ya que se encuentra dentro del primer nivel (primer paso a considerar dentro del desarrollo de la investigación), y la consideramos como base necesaria y relevante para una buena investigación. Esta revisión se subdivide en dos grupos, dependiendo de la finalidad que se le quiera dar a la investigación. Es decir, si el objetivo de la investigación es profundizar en algún concepto, ésta será reconocida como conceptual, pero si por el contrario el objetivo de dicha investigación es meramente informar sobre el estado en cuestión, se consideraría funcional. Otro aspecto importante dentro de la revisión bibliográfica es la elección de las bases de datos para tal fin, ya que no toda la información que precisemos la vamos a obtener de una sola base de datos, o peor aún, puede haber incluso ocasiones en las que nos costará mucho más trabajo y tiempo recopilar la información deseada.

      Para concluir con la revisión bibliográfica y aclarar nuestro punto de vista sobre la importancia de la misma, nos gustaría añadir que la consideramos como paso esencial a la hora de garantizar cualquier estudio. Tal y como dijo la doctora Gómez Hurtado en su artículo, Revisión bibliográfica: ¿investigación o parte de ella?, ésta es fundamental, ya que de ella parte la intención del qué se quiere investigar, qué se busca con la investigación, y dónde se quiere llegar.

La investigación en la práctica educativa

 

Guía metodológica de investigación para el diagnóstico y evaluación en los centros docentes



Hola compañer@s:


Hemos encontrado una guía básica muy interesante sobre la investigación educativa para docentes, educadores, profesionales de la educación y otros profesionales afines. Por ello se ha pretendido relacionar estrechamente la investigación científica educativa con sus aplicaciones prácticas.

La guía está elaborada por Raquel-Amaya Martínez González y patrocinada por el Ministerio de Educación y Ciencia. Haced clic aquí para acceder a ella. 


Esperamos que esta información os sea de utilidad y os invitamos a que dejéis vuestra opinion acerca de esta guía.


La muestra en la investigación

En la anterior entrada que daba comienzo a nuestro blog ahondamos sobre la relevancia del cronograma a la hora de elaborar un proyecto de investigación; en este tema vamos a decantarnos por un concepto de gran importancia en la investigación: la muestra.

Por lo general, es imposible o poco práctico observar la totalidad de los individuos que son objeto de una investigación, sobre todo si estos son muchos. En lugar de examinar el grupo entero – llamado población o universo –, se examina una pequeña parte del grupo denominada muestra.

"Se llama muestra a una parte de la población a estudiar que sirve para representarla", según Murria R. Spiegel (1991).


"Una muestra debe ser definida en base de la población determinada, y las conclusiones que se obtengan de dicha muestra solo podrán referirse a la población en referencia", tal y como afirma Cadenas (1974).


El Tamaño de la Muestra


Este es un tema que nos resulta especialmente interesante; vimos en clase que una investigación experimental permite trabajar con muestras más pequeñas, mientras que una investigación descriptiva precisa de muestras más grandes; pero… ¿cómo sabremos que el tamaño de nuestra muestra es el apropiado?
Kerlinger (1992) señala que el principio de investigación y muestreo es utilizar muestras grandes, pues las muestras pequeñas tienen mayor probabilidad de estar desviadas.  




Conviene señalar que en algunos casos resulta peligroso el uso de muestras demasiado grandes. Los resultados obtenidos pueden ocultar efectos importantes evidenciados en algunas variables, los cuales quedan ocultos dentro de los reducidos índices de variabilidad propios de las muestras grandes.

A nuestro parecer, para planear el tamaño de la muestra con precisión el investigador debe:
  • conocer el tamaño de la población objeto de la investigación.
  • estar en capacidad de calcular su desviación estándar.
  • poder establecer la extensión del error permisible. 
     
Para nosotros, la importancia de una buena muestra radica en que a partir de ella se puedan deducir las características de toda la población que nos interese para nuestra investigación; esto es, que se puedan obtener conclusiones consideradas válidas para todo el conjunto poblacional. En una palabra, la muestra debe ser representativa.

En resumidas cuentas, la representatividad es una característica indispensable de una buena muestra, prevaleciendo sobre el tamaño de esta.